
Fue una sentencia absurda,
rotunda y contundente:
dijeron que las hadas
no eran como la gente.
No podía verlas,
hablarles o tocarlas.
Solo eran de cuentos
y no debería aguardarlas.
Por más que buscara
en rosas y jazmines
las hadas no vivían
ocultas en los jardínes.
Y que una idea vana
de las pequeñas cosas
no hacían que las hadas
se volvieran mariposas.
Pero no he de creer
lo que me están diciendo:
si no existen las hadas
¿por qué estoy escribiendo?
ALBA CATALÁN BAENA, 1º ESO A.
2 comentarios:
¡Enhorabuena por tu poesía, Alba! Me ha gustado mucho. Espero que sigas escribiendo cosas tan bonitas como ésta.
me gusta tu poesia alba ,espero conocerte pronto
adios
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